Lunes, 28 de Marzo de 2011 09:42
San Luis Río Colorado, Sonora, 28 de marzo, 2011.- Un grupo de tres mujeres oaxaqueñas llegaron a la frontera norte para intentar cruzar sin documentos migratorios a Estados Unidos, a pesar de no hablar bien español, tenían en mente ir a trabajar en aquel país en busca de mejores oportunidades para mejorar su calidad de vida, pero fueron deportadas.
Las mujeres indígenas procedentes de la comunidad de San Martín Peras, Oaxaca, viajaron a Sonoyta, Marcela López de 25 años, Agustina Vega de 20 y Ofelia de 15 años, solas, sin conocer a nadie, sólo con la esperanza de cruzar "al otro lado" para trabajar en el campo.
Pretendía, según señalaron las mujeres, llegar al Estado de California, donde se encuentra gente de su pueblo trabajando de manera ilegal en los campos agrícolas, en la cosecha de diversas frutas y verduras.
En el caso de Marcela López, dijo que dejó en Oaxaca a sus tres hijos de 8, 5 y 3, al cuidado de familiares cercanos, prometiéndoles que pronto les enviaría dinero para que comieran bien y se compraran lo necesario para vivir dignamente.
Agustina Vega comentó que sólo tiene un hijo de 2 años de edad, el cual está al cuidado de su suegra, mientras que la menor de edad Ofelia, expuso que no tenía hijos, pero que deseaba ir a trabajar a California.
Las tres mujeres coincidieron en manifestar que en el lugar donde viven no hay trabajo, ni oportunidades, menos para la gente que como ellas no tuvo la oportunidad de estudiar, ya que Marcela cursó hasta el tercer grado de primaria; Agustina el cuarto grado y Ofelia concluyó hasta el sexto grado de primaria.
Viajaron en autobús de Oaxaca a Sonoyta, frontera norte por la cual cruzaron la línea divisoria, caminando por la zona desértica por 5 noches, soportando el intenso frío de las madrugadas, el cual en ocasiones se tornaba inaguantable.
Llevaban comida y agua por recomendaciones del "guía" que contactaron en Sonoyta para que las orientara en el incierto camino que emprendieron, aunque los alimentos les duraron sólo dos días y el resto tuvieron que aguantarse, lo que hizo más tormentosa la travesía, sin duda.
Contaron que lograron internarse en el Estado de Arizona, donde al llegar fueron interceptadas por agentes de la patrulla fronteriza y deportadas a México por la frontera entre San Luis, Arizona y San Luis Río Colorado, donde aún permanecen.
A su llegada a este municipio fueron auxiliadas por agentes del Grupo Beta de Protección a Migrantes, quienes las canalizaron a la Casa del Migrante Divina Providencia, en donde recibieron alimentos y se les ofreció un espacio donde dormir por las noches, lavar su ropa y asearse.
Las mujeres refirieron que no volverán a cruzar hacia el vecino país del norte, ya que la experiencia que vivieron fue tormentosa, quienes en la actualidad están en San Luis Río Colorado sin dinero y sin conocer a nadie, por lo que optarán por regresar a Oaxaca a encontrarse de nuevo con su familia.
Con informaciòn de tribuna de san luis
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