El líder rebelde lo anunció hoy y nombró en su lugar a Moisés, jerarca en la estructura militar del movimiento insurgente.
El líder del rebelde Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) mexicano, el llamado subcomandante Marcos, anunció hoy que dejará su cargo en el movimiento y que su sucesor será Moisés, jerarca en la estructura militar de la insurgencia.
En un comunicado, el subcomandante Marcos anunció "a los adherentes al movimiento" que deja su cargo en la organización en manos del "subcomandante insurgente Moisés", según difundió la agencia de noticias Ansa.
"Él cuida nuestra puerta y en su palabra también hablamos los todos y todas que somos", expresó el líder zapatista sobre Moisés, a quien pidió que escuchen y miren para que a través de él se escuche y se vea a todo el movimiento
A continuación se presenta el texto íntegro el nuevo comunicado:
ELLOS Y NOSOTROS
VI.- Las Miradas 5.
5.- Mirar la noche en que somos.
(De la luna nueva al cuarto creciente)
Hace muchas lunas: luna nueva, nuevita, como asomándose ella, apenas para ver las sombras de abajo, y entonces…
Llega él-somos. Sin necesitar papeles de consulta o apoyo, su palabra va dibujando las miradas de quienes acá mandan y a quienes obedecemos. Al terminar, miramos.
El mensaje de los pueblos es claro, corto, sencillo, contundente. Como deben ser las órdenes.
Nosotros, nosotras, soldados, nada decimos, sólo miramos, pensamos: “Es muy grande. Eso ya no es sólo de nosotras, de nosotros, ni sólo de los pueblos zapatistas. Ni siquiera es sólo de este rincón, de estas tierras.
Es de muchos rincones, de todos los mundos.”
- Hay que cuidarlo– decimos todas -somos, y sabemos que hablamos de eso, pero también de él- somos.
- Va a salir bien… pero hay que prepararse para que salga mal, como de por sí es nuestro modo– decimos todos-somos.
- Entonces, hay que prepararla a ella -nos decimos todas- somos, – cuidarla ya, crecerla.
- Sí – nos respondemos todos-somos.
- Hay que hablar con nuestros muertos. Ellos nos señalarán el tiempo y el lugar – decimos, nos decimos todas-somos.
Mirando a nuestros muertos, abajo, los escuchamos. Les llevamos la pequeña piedra. Al pie de su casa la llevamos. La miran. Los miramos mirarla. Nos miran y llevan nuestra mirada muy lejos, donde no alcanzan ni los calendarios ni la geografía. Miramos lo que su mirada nos muestra. Callamos.
Regresamos, nos miramos, nos hablamos.
- Hay que cuidar largo, preparar cada paso, cada ojo, cada oído… va a tardar.
- Habrá que hacer algo para que no nos miran y luego para que sí nos miran.
- De por sí ya no nos miran, o miran lo que creen que miran.
- Pero sí, hay que hacer algo… Me toca, mi turno.
- Que él-somos vea lo de los pueblos. Todos-somos vemos lo de cuidar, bien, quedito, callando, como de por sí.
Hace unas pocas lunas, llovía…
- ¿Ya? Pensamos que iban a tardar más tiempo.
- Pues sí, pero así está.
- Bueno, ahora fíjate bien lo que te vamos a preguntar: ¿Quieren que volteen a mirarlos?
- Quieren, se sienten fuertes, están fuertes. Dicen que eso es de todos, de todas, de nadie. Dispuestos, dispuestas están, dicen.
- Pero, ¿te das cuenta de que no sólo van a mirarnos los que son como somos, también los Mandones de uno y otro lado que odian y persiguen lo que somos?
- Sí, va en nuestra cuenta, sabemos. Nuestro turno, tu turno.
- Bueno, sólo falta el lugar y la fecha.
- Aquí – y la mano señala el calendario y la geografía.
- La mirada que provoquemos con esto ya no será la de la lástima, la pena, la compasión, la caridad, la limosna. Habrá alegría en quienes son como somos, pero coraje y odio en los Mandones. Nos van a atacar con todos sus medios.
- Sí, les dije. Se miraron, pero así dijeron: “Queremos mirar y mirarnos con los que somos aunque no sepamos ni sepan que son lo que somos. Que nos miran queremos. De los Mandones estamos listos, listas, dispuestas, dispuestos estamos“.
- ¿Cuándo, dónde entonces? – se ponen calendarios y mapas sobre la mesa.
- En la noche, cuando amanezca el invierno.
- ¿Dónde?
- En su corazón.
- ¿Todo listo?
- Todo listo, de por sí.
- Va.
Cada quien a lo que le toca. Sólo nos dimos un apretón de manos. Más no fue necesario.
Hace unas noches, la luna desvelada y deslavada…
- Ya está. Ya están lo que miramos. La parte que sigue le va a tocar a otras miradas. Te toca – le decimos a él-somos.
- Estoy listo, dispuesto estoy – dice él-somos.
Todos-somos asentimos en silencio, como de por sí es nuestro modo.
- ¿Cuándo?
- Cuando hablan nuestros muertos.
- ¿Dónde?
- En su corazón.
Febrero del 2013. Noche. Luna en cuarto creciente. La mano que somos escribe:
“Compañeros, compañeras y compañeros de la Sexta:
Queremos presentarles a uno de los muchos él que somos, nuestro compañero Subcomandante Insurgente Moisés. Él cuida nuestra puerta y en su palabra también hablamos los todos y todas que somos. Les pedimos que lo escuchen, es decir, que lo miren y así nos miren. (…)”
(Continuará…)
Desde cualquier rincón en cualquier mundo.
SupMarcos.
Planeta Tierra.
Febrero del 2013.
P.D. QUE ADVIERTE Y DA PISTAS: El texto que sigue a continuación y que aparecerá en la página electrónica de Enlace Zapatista este 14 de febrero, día en que los zapatistas, las zapatistas honramos y saludamos a nuestr@s muert@s, es principalmente para nuestros compañeros, compañeras y compañeras de la Sexta. El texto completo sólo podrá leerse con una contraseña (de la cual se han dado varias pistas y que puede ser deducida) que ya ha sido enviada por correo electrónico a donde hemos podido. Si usted no la ha recibido y no le atina a la solución (puede encontrarla leyendo con atención este texto y el anterior -”Mirar y comunicar“-), sólo tiene que mandar un correo a la página y al remitente se le mandará la contraseña.
Como ya hemos explicado en ocasiones anteriores, los medios libres son ídem para publicar o no el texto completo según sus propias consideraciones autónomas y libertarias. Lo mismo va para cualquier compañera, compañero y compañeros de la Sexta de cualquier geografía. Nuestro afán no es otro que el hacerles saber que es a ustedes a quienes nos dirigimos y, de manera muy especial, a quienes ustedes decidan poner al otro lado del puente de nuestra mirada
En un comunicado, el subcomandante Marcos anunció "a los adherentes al movimiento" que deja su cargo en la organización en manos del "subcomandante insurgente Moisés", según difundió la agencia de noticias Ansa.
"Él cuida nuestra puerta y en su palabra también hablamos los todos y todas que somos", expresó el líder zapatista sobre Moisés, a quien pidió que escuchen y miren para que a través de él se escuche y se vea a todo el movimiento
A continuación se presenta el texto íntegro el nuevo comunicado:
ELLOS Y NOSOTROS
VI.- Las Miradas 5.
5.- Mirar la noche en que somos.
(De la luna nueva al cuarto creciente)
Hace muchas lunas: luna nueva, nuevita, como asomándose ella, apenas para ver las sombras de abajo, y entonces…
Llega él-somos. Sin necesitar papeles de consulta o apoyo, su palabra va dibujando las miradas de quienes acá mandan y a quienes obedecemos. Al terminar, miramos.
El mensaje de los pueblos es claro, corto, sencillo, contundente. Como deben ser las órdenes.
Nosotros, nosotras, soldados, nada decimos, sólo miramos, pensamos: “Es muy grande. Eso ya no es sólo de nosotras, de nosotros, ni sólo de los pueblos zapatistas. Ni siquiera es sólo de este rincón, de estas tierras.
Es de muchos rincones, de todos los mundos.”
- Hay que cuidarlo– decimos todas -somos, y sabemos que hablamos de eso, pero también de él- somos.
- Va a salir bien… pero hay que prepararse para que salga mal, como de por sí es nuestro modo– decimos todos-somos.
- Entonces, hay que prepararla a ella -nos decimos todas- somos, – cuidarla ya, crecerla.
- Sí – nos respondemos todos-somos.
- Hay que hablar con nuestros muertos. Ellos nos señalarán el tiempo y el lugar – decimos, nos decimos todas-somos.
Mirando a nuestros muertos, abajo, los escuchamos. Les llevamos la pequeña piedra. Al pie de su casa la llevamos. La miran. Los miramos mirarla. Nos miran y llevan nuestra mirada muy lejos, donde no alcanzan ni los calendarios ni la geografía. Miramos lo que su mirada nos muestra. Callamos.
Regresamos, nos miramos, nos hablamos.
- Hay que cuidar largo, preparar cada paso, cada ojo, cada oído… va a tardar.
- Habrá que hacer algo para que no nos miran y luego para que sí nos miran.
- De por sí ya no nos miran, o miran lo que creen que miran.
- Pero sí, hay que hacer algo… Me toca, mi turno.
- Que él-somos vea lo de los pueblos. Todos-somos vemos lo de cuidar, bien, quedito, callando, como de por sí.
Hace unas pocas lunas, llovía…
- ¿Ya? Pensamos que iban a tardar más tiempo.
- Pues sí, pero así está.
- Bueno, ahora fíjate bien lo que te vamos a preguntar: ¿Quieren que volteen a mirarlos?
- Quieren, se sienten fuertes, están fuertes. Dicen que eso es de todos, de todas, de nadie. Dispuestos, dispuestas están, dicen.
- Pero, ¿te das cuenta de que no sólo van a mirarnos los que son como somos, también los Mandones de uno y otro lado que odian y persiguen lo que somos?
- Sí, va en nuestra cuenta, sabemos. Nuestro turno, tu turno.
- Bueno, sólo falta el lugar y la fecha.
- Aquí – y la mano señala el calendario y la geografía.
- La mirada que provoquemos con esto ya no será la de la lástima, la pena, la compasión, la caridad, la limosna. Habrá alegría en quienes son como somos, pero coraje y odio en los Mandones. Nos van a atacar con todos sus medios.
- Sí, les dije. Se miraron, pero así dijeron: “Queremos mirar y mirarnos con los que somos aunque no sepamos ni sepan que son lo que somos. Que nos miran queremos. De los Mandones estamos listos, listas, dispuestas, dispuestos estamos“.
- ¿Cuándo, dónde entonces? – se ponen calendarios y mapas sobre la mesa.
- En la noche, cuando amanezca el invierno.
- ¿Dónde?
- En su corazón.
- ¿Todo listo?
- Todo listo, de por sí.
- Va.
Cada quien a lo que le toca. Sólo nos dimos un apretón de manos. Más no fue necesario.
Hace unas noches, la luna desvelada y deslavada…
- Ya está. Ya están lo que miramos. La parte que sigue le va a tocar a otras miradas. Te toca – le decimos a él-somos.
- Estoy listo, dispuesto estoy – dice él-somos.
Todos-somos asentimos en silencio, como de por sí es nuestro modo.
- ¿Cuándo?
- Cuando hablan nuestros muertos.
- ¿Dónde?
- En su corazón.
Febrero del 2013. Noche. Luna en cuarto creciente. La mano que somos escribe:
“Compañeros, compañeras y compañeros de la Sexta:
Queremos presentarles a uno de los muchos él que somos, nuestro compañero Subcomandante Insurgente Moisés. Él cuida nuestra puerta y en su palabra también hablamos los todos y todas que somos. Les pedimos que lo escuchen, es decir, que lo miren y así nos miren. (…)”
(Continuará…)
Desde cualquier rincón en cualquier mundo.
SupMarcos.
Planeta Tierra.
Febrero del 2013.
P.D. QUE ADVIERTE Y DA PISTAS: El texto que sigue a continuación y que aparecerá en la página electrónica de Enlace Zapatista este 14 de febrero, día en que los zapatistas, las zapatistas honramos y saludamos a nuestr@s muert@s, es principalmente para nuestros compañeros, compañeras y compañeras de la Sexta. El texto completo sólo podrá leerse con una contraseña (de la cual se han dado varias pistas y que puede ser deducida) que ya ha sido enviada por correo electrónico a donde hemos podido. Si usted no la ha recibido y no le atina a la solución (puede encontrarla leyendo con atención este texto y el anterior -”Mirar y comunicar“-), sólo tiene que mandar un correo a la página y al remitente se le mandará la contraseña.
Como ya hemos explicado en ocasiones anteriores, los medios libres son ídem para publicar o no el texto completo según sus propias consideraciones autónomas y libertarias. Lo mismo va para cualquier compañera, compañero y compañeros de la Sexta de cualquier geografía. Nuestro afán no es otro que el hacerles saber que es a ustedes a quienes nos dirigimos y, de manera muy especial, a quienes ustedes decidan poner al otro lado del puente de nuestra mirada
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